Hace un año, estuve trabajando de secretaria en una Empresa,
y un día nuestro jefe vino a pedirme que le buscara un
alquiler de microbús en malaga, porque iba a traer unos posibles
clientes, a ver la fábrica, y quería hacer que se llevaran una buena impresión
suya, de la empresa y agasajarlos un poquito.
Como toda secretaria sabrá, la sensación de ver venir el
marrón por el horizonte, es brutal. Cuando menos, perderás días de estar
pendiente de las empresas y si contestan, y luego, tener la seguridad de que lo
que estás contratando es de confianza, y lo que es peor, que el vehículo sea lo
suficientemente bueno para las reales posaderas de los clientes que van a
transportar. El caso es que, cuando tuve que hacerlo, encima me dio pocos días
para hacerlo, con lo cual el marrón empezaba a tener tintes de ser una tormenta
de mierda de proporciones épicas, y empecé a solicitar presupuestos de autocar
a las diferentes empresas que encontré por Internet cagando leches, para no
perder tiempo que luego ellas me harían perder a mí.